martes, septiembre 12, 2006

habitación B

Estàbamos sentados en una esquina mi muy buen amigo Esteban y yo tomándonos unos tragos para mi cumpleaños, eran como las dos de la mañana cuando se nos ocurrió la idea de llamar a unas amigas para distraernos un rato, digo "distraernos" porque era algo común llamarlas a esa hora, estábamos aburridos pero ansiosos de que llegaran luego. Cuando oímos a lo lejos déjame con@#~32@mare, suéltame, nos paramos súper rápido pero un poco mareados por las chelas pero ya el vehículo se había marchado pero nuestras amigas estaban tiradas en el suelo con la ropa rajada, fuimos corriendo medios doblados por el estado de embriaguez, cuando llegamos estaban furiosas porque se les veía todas sus presas intimas bueno no tanto, ya la cosa se había puesto un poco mas entretenida ya teníamos un asalto y un performance.

Tratamos de apasiguar la calor de nuestro cuerpo pero era mas fuerte que nosotros. Empezamos a ponernos cariñosos con ellas pero seguían muy alteradas con lo sucedido, muy nerviosas ellas nos dijieron ok. donde nos van a llevar, pero como no teníamos monedas lo único que se nos ocurrió fue llevarlas a la casa de mi compadre, lo único malo de todo esto es que no estábamos solos en la casa, había mas gente en ella aparte de nosotros 4. Entramos de puntillas para no meter bulla y los dirijimos a un cuarto al fondo de la casa, la habitación B, la llamamos asó porque la dueña de la casa la arrienda por días, cerramos la puerta, y ahí empezó nuestra aventura.

Lo que ocurrió dentro de las puerta fue un desastre, es más ni siquiera lo recuerdo, cuando desperté me di cuenta del terrible error que había cometido pero ya era muy tarde, Esteban estaba tirado en la cama, sin ropas, con un corte transversal desde el hombro izquierdo hasta la costilla derecha, sus ojos miraban al cielo gris de la pieza, sin respirar, sin pensar, sin hablar, quedé estupefacto con la escena que me tocó vivir esa mañana, pobre Esteban, fue victima de su propio juego. Al revisarlo me di cuenta que le faltaba media oreja derecha. Por suerte a mí no me paso nada, pero tenía las manos llenas de sangre. A nuestras amigas no se lo que les espera, ya no estaban en la habitación B, pensé que alguien se metió en la noche a la pieza mientras dormíamos, pero era prácticamente imposible sin que los escucharamos y la puerta estaba cerrada por dentro. Llame a la poli más que rápido, cuando llegaron los polizontes me arrestaron y me llevaron a la jefatura. Después de varias horas de interrogación una llamada anónima me salvo el pellejo, una persona llamo diciendo que había encontrado un pedazo de algo parecido a una oreja cerca de una tienda de abarrotes......

En unos días mas podremos soltarte me lo dijo un detective...